Por primera vez en mi vida y para el próximo jueves, me han invitado cordialmente a una cena de Acción de Gracias, con todas las de la ley; pavo, salsa de arándanos, pastel de calabaza y bajo el propósito principal de agradecer las bendiciones recibidas durante el año... Especialmente el pastel de calabaza.
El Día de Acción de Gracias (Thanksgiving), junto con
En una ocasión, durante un juego en línea, leí los
comentarios de un usuario que firma como Dominek
Vargas. Parafraseando, dice más o menos así: El Día de Acción de Gracias tiene la unión familiar de la Navidad ,
sin el estrés de los regalos; el patriotismo del Cuatro de Julio, sin tener que recoger la basura que deja la
función de fuegos artificiales; es un fin de semana de cuatro días, un desfile
con enormes globos y fútbol americano.
Por celebrarse en el cuarto jueves de noviembre, esta
festividad marca oficialmente el inicio de la temporada decembrina y da pie, al
día siguiente, para las compras adelantadas de Navidad. Este es el afamado Viernes
Negro (Black Friday), término que difícilmente pude precisarse su
origen. Unos lo relacionan con la crisis financiera que sufrió E. U. en 1869.
Para otros es un código entre patrulleros o taxistas de las grandes ciudades,
refiriéndose al pesado tráfico que se forma ese día. Para los contadores es un
evento donde las ventas de los negocios presentan, por primera vez, sus ventas
en un sano color negro. En el Viernes Negro usualmente no se
trabaja o se labora medio día, y las tiendas abren hasta la madrugada del
sábado, ofreciendo significativos descuentos en sus mercancías.
En México trató de emularse esta práctica, mediante el
tan publicitado Buen Fin, con ambiguos resultados. Dicha iniciativa, buena en
sus intenciones, pero triste en su ejecución, nos dio un ligero vistazo a la
experiencia del Viernes Negro, empezando desde el jueves 17 de noviembre, con
los empleados (especialmente en instituciones del gobierno) esperando
desesperados el prometido adelanto de su sueldo, para aprovecharlo en dicho fin
de semana. En la mayoría de los casos recibieron el mencionado adelanto el
viernes en la tarde, en forma de cheque y tras el cierre de los bancos.
Tras esto siguió un viernes y sábado de tráfico
pesado, tanto en las calles como dentro de las tiendas departamentales, con
empleados apenas dándose abasto para atender a toda la clientela y explicarles
no solamente las diferencias entre una pantalla de Plasma, Lcd o Led,
sino también las complicadas promociones que algunas tiendas armaron para este
fin de semana, mezclando cupones con mensualidades sin intereses; o aclararles
que Los Beatles nunca grabaron un
álbum llamado Apple, exclusivamente para ITunes
(caso verídico, yo estaba junto a la susodicha que hizo la pregunta, riendo
para mis adentros).
Curioso fin de semana, donde hay que aplaudir los
esfuerzos de la pequeña y mediana empresa, que lograron presentar descuentos
dignos de ser aprovechados, a diferencia de las grandes cadenas, que buscaron
disfrazar su incapacidad o renuencia para dar estas ofertas, dando plazos de 18
meses sin intereses o el doble de puntos virtuales en sus tarjetas
particulares.
Agradeceré muchas cosas este próximo jueves, ante la
cena de Día de Gracias: Mi familia, los amigos, las personas cercanas a mi
vida, mis compañeros de trabajo, los lectores que siguen Reino Geek y en particular
esta columna, la misma cena y mi nueva batería recargable para mi control de X Box…
Y por supuesto, también gracias por todo el pescado.
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