La industria del teatro musical y el cine han mantenido una
relación de sinergia desde hace décadas. Grandes producciones teatrales han
sido adaptadas a la pantalla y exitosas películas han sido reinterpretadas en
el escenario. Y aunque la mayoría de dichas adaptaciones no suelen estar a la
altura de su medio original, en otros casos (como el que nos ocupa esta semana)
no solamente se supera, sino que marca un estilo que identifica la producción
teatral y cinematográfica de una década.
Lobby card original de la película de 1960 |
Versión completa y de alta definición de la película original de Roger Corman.
Con un presupuesto de 28 mil dólares, The Little Shop of Horror tiene la peculiaridad de que se filmó en dos días (en la última semana de diciembre de 1959), en parte para utilizar los escenarios ya construidos para otra producción de Corman (A Buckett of Blood) y para evadir un cambio de leyes sobre el pago de regalías residuales para actores, que entraría en vigor el 1º de enero de 1960. También esta producción es reconocida por tener una de las primeras actuaciones secundarias en la carrera de Jack Nicholson, en el rol del paciente masoquista de un dentista.
Segundo acto: En 1982, el compositor Alan Menken y el escritor Howard
Ashman, partiendo de la película original de Corman, produjeron el musical Little
Shop of Horrors, realizando ligeros cambios a la historia original,
explotando los recursos del teatro musical y basando sus ritmos en el rock and
roll clásico y el blues para crear números musicales que se han vuelto
populares más allá de su medio de origen.
Esta producción teatral destacó por el trabajo de titiriteros
para darle vida a Audrey II
(interpretada originalmente por el actor y cantante Ron Taylor durante más de 2 mil representaciones), quien en esta
versión resulta ser una criatura extraterrestre en una misión para reproducirse
y conquistar la Tierra, lo que finalmente consigue eliminando a todos los que
se interponen en su camino, incluyendo a Seymour.
Tercer acto: En 1986, tras el éxito de la puesta en escena, el productor David Geffen y el director Frank Oz realizaron la adaptación cinematográfica del musical, con las actuaciones de Rick Moranis, Ellen Greene (parte del elenco original del montaje de 1982), Vincent Gardenia y Steve Martín, junto con actuaciones especiales de Jim Belushi, John Candy, Bill Murray, Christopher Guest, además de Levi Stubbs (barítono y vocalista del grupo Four Tops) como la ya memorable voz de Audrey II.
Esta canción (Suddenly Seymour) representa uno de los puntos más fuertes de la puesta en escena y en este video destaca el talento de Ellen Greene como Audrey.
Para esta versión cinematográfica, Menken y Ashman compusieron
una canción especial: The Mean Green
Mother of Outer Space, que escuchamos durante el enfrentamiento final entre
Audrey II y Seymour y fue nominada al Oscar como Mejor Canción Original.
Frank Oz supo capturar en esta película el humor macabro del concepto original de Griffith, los ritmos musicales de Menken y el dinamismo de las producciones teatrales de Broadway, además de que su vasta experiencia como titiritero para los estudios Jim Henson le permitió darle nuevos alcances al personaje de Audrey II sin recurrir a efectos de pantalla azul u ópticas forzadas.
Este video es una de las primeras reconstrucciones que se vieron del final original de la película, con la canción Don't Feed The Plants, pieza musical que también cierra la puesta en escena.
Sin embargo se presentó una complicación a mitad de la producción. Frank Oz quería presentar un final acorde a la puesta en escena, donde las malvadas plantas se adueñan de la Tierra, pero el productor David Geffen no creía que eso pudiera funcionar entre el público cinematográfico. Para tomar una decisión el equipo de miniaturas de la producción realizó un final donde las plantas se venden exitosamente por todo el país, antes de empezar a matar a las personas mientras el ejército intenta combatirlas inútilmente por las calles de la ciudad. Tras realizar funciones de sondeo de la película con este final, las opiniones negativas del público obligaron a la producción a volver a filmar y reeditar los últimos 23 minutos de la película, presentando así la versión que todos conocemos. El final alternativo permaneció desconocido hasta 1998, cuando una edición en DVD incluyó una versión inconclusa y mal trabajada de este final.
Finalmente, para la primera edición en Blu Ray, se trabajó
el material original para lograr presentar la versión original de Oz,
completando un círculo de historia que nos demostró, con un oscuro humor y buen
ritmo, que las más grandes amenazas para nuestra existencia puede surgir en los
lugares más inocentes e inesperados.
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