Parafraseando una tira del genial historietista argentino Quino; para que un freak pueda ser considero freak, no sólo debe ser un gamer, un rolero, un comiquero, un geek, un otaku, un cinéfilo, un trekkie, etc. También debe estar orgulloso de serlo. Debe ponerse la camiseta (literalmente, con el logotipo de su comic favorito o un personaje de videojuego en ocho bits) y salir a la calle, sacando el pecho para asegurarse que todo el mundo lo vea. Deben verle jugar su Nintendo DS o tu PSP en el café, la calle o el metro. Deben escoger con todo cuidado su cómic de la semana en el puesto de revistas, revisando incluso las grapas, el lomo y las esquinas. Deben conseguir sus boletos para la primera función de la nueva película de Harry Potter o Star Wars, o para el concierto de música de videojuegos. Todo siempre con orgullo.
Porque no hace más de diez años estas aficiones se mantenían como un secreto a voces. Solo nuestros amigos más cercanos sabían que teníamos el nuevo ejemplar de X-Men o Ramna ½, o que habíamos completado nuestra colección de novelas de Crónicas de
En el
2006 Germán Martínez, bloguero español conocido en la red como Señor Buebo, en
un foro de Internet invitó a todo aficionado a los comics, rol, videojuegos,
computadoras, etc., a que consideraran que sus actividades deberían ser
reconocidas por la sociedad y no despreciadas por la misma. Esto posteriormente
lo llevó a organizar el primer Día del Orgullo
Friki, el 25 de mayo del mismo año. El apoyo de los medios de comunicación
sembraron el suficiente interés para que, desde entonces, el Día del Orgullo
Friki se celebrara cada año en toda España y, desde el 2008, en Estado Unidos y
México.
Actualmente
el Orgullo Friki se celebra en España durante todo el mes de mayo, gracias al
apoyo de instituciones públicas, medios de comunicación e iniciativa privada (tiendas
y portales de Internet), con eventos de cosplay, conciertos, el Congreso de Insultos
a George Lucas, concursos de fotografía e incluso campeonatos de Piedra, Papel,
Tijera, Lagarto, Spock. En México, por el momento, lo más relevante que se ha organizado
han sido marchas (actividad muy mexicana) y una discreta presencia en redes sociales,
dada la desorganización y rivalidades que existen entre agrupaciones de
aficionados, quienes parecen ser incapaces de trabajar en conjunto para
promover esta celebración.
Esto me lleva a pensar, ¿cuándo acaba el orgullo y empieza la soberbia? Se considera que la principal diferencia que tienen es que el orgullo es disimulable, incluso apreciado cuando surge de causas nobles o virtudes, mientras que la soberbia se concreta con el deseo de ser preferido sobre otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad.
En
este caso podemos decir que el escritor Amado Nervo no solamente tenía razón,
sino que parece hablar por muchos de nosotros cuando dijo: “Si eres orgulloso
conviene que ames la soledad: Los orgullosos siempre se quedan solos”.
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