Soy jugador de rol desde hace varios años. Desde antes de que la tecnología y el Internet hiciera posible jugar en línea con venezolanos, chilenos, españoles y gente de otras lenguas; antes que el euro-gaming, junto con tableros sobrevaluados y mecánicas extravagantes, trajera consigo un súbito interés sinérgico sobre algo llamado role-playing game; antes que el Magic, Yu-Gi-Oh! y Heroclix invadieran las mesas de juego, devorando domingos, mesadas y quincenas; antes que surgieran Warcraft y otros MMORPG, cuando me parecía absurda la idea de construir un modelo de negocios regalando el juego y cobrar aparte por todos los accesorios; antes de que Big Bang Theory hiciera ver cool a este juego y desde antes de que a Homero Simpson lo matara un duende.
Ha sido una afición muy gratificante, donde he
conocido a muchas personas interesantes y que me ha ayudado a desarrollar
aspectos de mi personalidad y oficio que antes desconocía. Y sin embargo, ante
desconocidos, familiares y amigos neófitos en el tema, la pregunta persiste: ¿qué
es un juego de rol? Y así también persiste nuestra imposibilidad para
responderla.
Y es que, ante otras respuestas complejas y elaboradas
que incluyen datos de fechas, nombres y lugares, otras fáciles y escapistas (es
como el L.O.L., pero sin la compu), y las brutalmente honestas (no te lo puedo
explicar, necesitas jugar), un aficionado como su servidor se encuentra
pensando y tratando de discernir lo que es un juego de rol.
El sábado pasado se celebró el Free RPG Day en varios
puntos de la Ciudad de México donde la nueva comunidad rolera ha empezado a
reunirse. Este evento, desde el 2007, pretende interesar a nuevos jugadores
potenciales y yo, este año, participé en la división convocada en la Biblioteca
México, donde realmente no se captó a mucha gente debido a un sabotaje interno
del organizador y un notable desinterés de algunos directores de juego. Y
durante el tiempo que esperé a tener jugadores, llegué a pensar si acaso esto
era actualmente el juego de rol: jóvenes sin mucho interés en esforzarse para acercar
su afición a otras personas y que son fáciles de manipular y sabotear.
Esa misma tarde me encaminé a mi juego regular de
Dungeons & Dragons, donde la dinámica fue completamente diferente, con
mayor soltura y animosidad, algo de embriaguez, ligera incomodidad y bastante
jolgorio que culminó pasando la media noche, cuando la Tarasca invadió
Waterdeep. Y entonces me pregunto si jugar rol es llegar a nivel 18 en escasos
seis meses, entre tragos de cerveza y junto a personas de las que realmente
conoces poco, a veces ni su nombre.
Al día siguiente me tocó ser anfitrión en mi otra mesa
regular de Dungeons, que se ha visto cimbrada por rumores, malos modos,
orgullos y otras actitudes negativas. No obstante llegamos a ser diez personas
reunidas y emocionadas en apenas 30 metros cuadrados. Y yo me preguntaba
entonces si el rol puede ser esa actividad lúdica que practicamos por costumbre
entre personas que apenas se tratan, se aprecian y quieren, se conocen o se
toleran. Finalmente, esa noche de domingo, llego a una conclusión sobre lo que
realmente considero que es el juego de rol.
Gente. El juego de rol es gente. Gente que puede
desconocer tu nombre, pero, en el juego, no le dará la espalda a tu personaje,
o puede ser al revés o, en la mayoría de los casos, ambos. Es gente con
licenciatura que interpreta a bárbaros iletrados dados a bebida, o estudiantes
de preparatoria jugando a magos con el conocimiento del universo. Gente que atraviesa
la ciudad rumbo a sus casas a las dos de la mañana porque realmente no querían
dejar la mesa. Gente orgullosa que no pueden verse en la misma habitación o se
toleran lo suficiente para finalizar una aventura. Gente que en realidad no
entiende lo que está jugando, pero aun así lo intentan, o los que conocen todas
las reglas y no dejan de cometer los mismos errores. Es gente alegre, triste,
extravagante o tímida, que no tiene sus propios dados o no quieren jugar fuera
de sus casas. Gente que cree tener todas las respuestas para difundir su hobbie
y gente que aún no sabe lo mucho que pueden hacer por el mismo juego. Toda esta
gente compone la variedad de lo que es un juego de rol.
Pero, entonces, ¿quieren saber cómo funciona realmente
un juego de rol? Bueno, esa es otra pregunta y deberá ser contestada en otra
ocasión.
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