Billetes |
CUATRO MIL
SETECIENTOS CINCO
Ángel Zuare
La fila del banco avanzó un
turno.
Quinientos pesos para el
mantenimiento del edificio. Aparte otros doscientos para Marta.
Tendré que preguntarle si puede venir el fin de año, al menos para
barrer el departamento. Dicen que es de buena suerte barrer tu casa el último
día del año… ¿O es barrer hacia afuera cuando dan las doce? Como sea, el lugar
está hecho un asco de cualquier forma.
Doscientos veinticuatro para la
luz.
Tengo que acostumbrarme a desconectar una lámpara de la sala, o ajustar
el apagador para que enciendan por separado. Además hay que desconectar todos los
cargadores de los gadgets cuando no los esté usando… O tal vez vender el Play,
definitivamente…
Ciento cuarenta y dos del recibo
de gas. Noventa y ocho para el del agua.
Tal vez Raymundo quiera comprarlo todavía. Pero si pretende pagármelo
en abonos de treinta pesos al mes, mejor lo mando al carajo…
La fila del banco avanzó dos
lugares. Doscientos veintisiete para el pago de predial.
Quizá lo anuncie por Mercado Libre o algo así… O en última instancia
pego volantes en los postes, a la chingada…
Trescientos noventa y ocho para teléfono
e Internet.
Debería hablarle a papá y saber cómo les va por allá. Las noticias
dicen que el crimen va a la alza, pero no parece importarle. Creo que está más
preocupado por mí…
Doscientos treinta y nueve pesos
con noventa centavos para televisión por cable.
… ¿De verdad lo necesito? Ni siguiera veo la televisión, todo lo puedo
descargar de Internet.
Menos doscientos treinta y nueve
pesos con noventa centavos de la televisión por cable. Mil doscientos setenta y
siete de la tarjeta de crédito. La fila avanzó un turno
Fueron muchos regalos y todavía hay que enviarlos. El próximo año les
mandaré tarjetas, es un hecho. Ni siquiera pasaré con ellos otra cena familiar.
Mejor me quedo en casa viendo televisión…
Doscientos treinta y nueve pesos
con noventa centavos para televisión por cable. Mil cuatrocientos de la renta de
la bodega…
Bueno, ahora que regrese puedo pasar por la bodega y tal vez…
La fila avanzó un turno.
Esperen un momento… ¿Dónde quedó? Aquí esta… Si, es el recibo de la
renta de la bodega… Dios mío, venció hace un mes…
El contador de la fila le dio su
turno y el número de caja a la que debía pasar.
No, no puede ser… Deben dar algún tiempo de tolerancia, no se
atreverían a… Espera, ¿no hablaron ayer por teléfono? Eve tomó la llamada, ¿por
qué no me avisó..?
Con un ademan la cajera le indica
que pase con ella.
No se atreverían a abrir la bodega para sacar su contenido sin intentar
avisarme al menos dos veces… O tal vez por eso resultó tan fácil y barato
alquilarla… ¡Dios mío, no se atreverían..!
El cliente tras él lo golpea
ligeramente en la espalda con su mano, para apresurarlo.
Debo ir a la bodega… O tal vez mejor les llame primero… Pero debo pagar
la renta vencida antes de que…
El estruendo de un estallido
resonó en el interior del banco y el suelo se cimbró por un momento, derribando
a varios clientes en la fila. Desde las ventanas algunos alcanzaron a ver una
densa nube de polvo, aproximadamente a siete cuadras de distancia, junto con un
enorme bulto oscuro que se movía entre la misma.
Antes que la electricidad fallara
en toda la zona, Las cámaras de seguridad del banco alcanzaron a grabar cómo el
cliente al frente de la fila se puso de pie y salió a toda prisa del lugar, dejando
tras él un par de billetes de quinientos pesos y varios documento, incluyendo
un recibo vencido por la renta de una bodega a pocas cuadras del lugar, y otro
por el servicio de televisión por cable.
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