Publicado
originalmente en Reino Geek (31 enero 2011)
Cuando me preguntaron por primera vez en una fiesta, si
llevaba conmigo música para amenizar un evento que ya estaba poniéndose aburrido,
inmediatamente llevé mis manos a los bolsillos de mi chamarra, esperando
encontrar algún CD que se hubiera
colado por casualidad y pudiéramos usar, hasta que finalmente entendí que se
referían a la música que llevaba en mi reproductor portátil.