Publicado originalmente en Reino Geek (13 nov 2012)
Realmente no recuerdo quién lo dijo, cuándo y en qué
contexto lo dijo, donde lo escuché o lo leí publicado, ya fuera en papel o en
Internet, pero sí recuerdo que era la opinión es de un articulista cinematográfico
que calificaba a George Lucas como
el más importante cineasta independiente de la historia, a lo que únicamente
pude pensar en ese momento: ¿Hablan en
serio?
George
Lucas es una de las figuras de la industria del entretenimiento más
representativas de la historia moderna. Aplaudido o vilipendiado por cientos de
razones, lo cierto es que pocas personas pueden ser criticadas y analizadas tanto
como creativo, cineasta, promotor, escritor, tecnológico, empresario, líder de
movimientos y comerciante desenfrenado.
Y… Acaban de acabárseme las ideas… Mejor dicho me he
dado cuenta que casi todo sobre Lucas se ha dicho o publicado, en términos
serios, analíticos o en franca sátira. También me doy cuenta que llevó más de
20 años disfrutando, recorriendo y consumiendo productos de Lucasfilm: películas de Star Wars
o Indiana
Jones;
la memorable Laberinto; las series de televisión del Joven Indiana Jones o Clone Wars;
los videojuegos más exitosos de sus franquicias, incluyendo Maniac
Mansion
y sus diferentes finales, de los cuales sólo he logrado sacar dos; comics,
libros y revistas, de ficción, coleccionismo o biografías; juguetes de Star
Wars
que poseo desde niño y otros que me regalaron mi pasado cumpleaños; mis DVDs de
toda la saga Star Wars e Indiana Jones,
y un VHS con la copia de la copia de la copia del despreciado Holiday
Special.
En verdad nunca creí que George Lucas fuera un verdadero
cineasta independiente, aunque es cierto que el famoso trato que hizo con 20th Century Fox para retener
sus derechos de autor y comercialización ha sido de los movimientos comerciales
más sorprendentes de su tiempo, permitiéndole mantener el control de todo su
trabajo, a nivel creativo y comercial. Lucasfilm
Ltd. jamás ingresó a la bolsa de
valores y su director solamente tenía que responderle una persona… A sí mismo.
Posiblemente esta fue la única gran dependencia de George Lucas. Responderle a una persona que demandaba tener control en todo
aspecto de la industria que levantó de la nada. Ser al mismo tiempo el hijo que
pretende vivir bajo las expectativas del padre, con los sueños del adolescente
y el dinero del abuelo que, finalmente, parece haber dicho que es suficiente y
es tiempo de descansar.
El pasado de Lucasfilm
no cambia con su compra por parte de Disney.
La trilogía original seguirá siendo una obra magnífica, mientras la segunda
seguirá siendo deficiente y las ediciones especiales seguirán siendo abominaciones,
tanto como los comics de Marvel
(propiedad también de Disney) y los
de DC (propiedad de Warner) siguen siendo malos en su
mayoría.
El futuro es el que pinta interesante para Lucasfilm, pues finalmente muchos
aficionados tendrán lo que han pedido durante años: A un George Lucas relativamente
fuera de la ecuación; a una talentosa mujer como lo es Kathleen Kennedy a la
cabeza de la empresa; a nuevos directores detrás de las cámaras y una historia
que, luego de 30 años, empezará a avanzar en lugar de retroceder y llenar vacios
insustanciales.
Ojalá estemos listos para ello.
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