Es complejo el concepto de moda, no confundir con alta
costura, si no el de las tendencias más ahora que el mundo “está conectado” o
que personas se hagan famosas en cuestión de “clicks” (ya no se mide en
minutos). Desde que youtube existe han surgido personajes que si bien no han
perdurado en el imaginario público si han generado presencia, una muy parecida
a lo que en la era alejada a los nativos digitales no existían, el one hit
wonder. Esto significaba un éxito aislado en la
industria musical. Hoy en la red se crean quimeras (en el sentido más estricto de la
palabra) no música ni éxitos musicales aislados, es una mezcla de varios factores que generan una gran audiencia, ¡tiempo!
ya hay estudios amplios este fenómeno, “a otra cosa mariposa”.
Posterior a la gran audiencia que tuvo el tal Psy, su Gagnam style y sus más de un billón de reproducciones-al día de hoy- el tal Filthy Frank (dicen que es blogero) lanzó un video el 30 de enero, de siniestras intenciones dirían algunos. Posteriormente unos eskeiters australianos hicieron la Versión que se conoce actualmente que consiste en un video de poco más de treinta segundos (hasta aquí el dato duro que aparece en Wikipedia).
No se sabe en que momento se salió de control, en que
momento empezaron a existir miles de versiones.
Chihuahuas follando almohadas, oficinas repletas de godinez bandalizadas por la moda viral, lavadoras que son destruidas en pos de una
versión, facultades enteras vilipendiadas al grito de con los
terroristas.
La primera vez que había visto uno fue gracias al Portal Sopitas
que mostraba al personal de Google realizando un Harlem shake. Tengo que
admitir que es una tonadita muy pegajosa y que cada uno de ellos lo hace más
gracioso que el visto anteriorente. Aunque en muchos casos he escuchado (o leído) comentarios de desagrado
en mucha gente, es cierto es un humor burdo o morboso, una completa
cortina de humo que no se diferencia de un partido de futbol o una telenovela que todos terminan viendo y opinando, algo muy Yoko Ono, pues no
existe la mala publicidad al fin y al cabo.
Y todo este choro empezó cuando mi buen amigo [denominado de
la siguiente forma para salvaguardar su
identidad] el doctor mantequilla me comentó que en Ciudad Universitaria se
realizaría un Harlem Shake masivo. Sus recomendaciones siempre me han llevado a
las mejores fiestas que no terminan,
tugurios y aventuras que son dignas de ser reflejadas en la secuela de películas de Pasolinianas. No es que haya sido un invitación sugerente, pero si
cubierta bajo un manto de morbo ¿que es lo que pasaba mientras
se graban esas cosas? La gente se disfraza, hace cosas alocadas ¿Qué diferencia
tiene un fin de semana normal? El otro
punto es la masivo, nunca entendí cual el sentido de agrupar a un cientos de personas por motivos insulzos. Hay recordar que a
los mexicanos les gusta romper record Guinnes absurdos y muy locales, no mucha certeza en esto pero no creo que un taiwanes quiera romper el record del
tamal oaxaqueño más grande del mundo.
Pero ahí esta, era masivo.
Pero ahí esta, era masivo.
El doc mantequilla no llegó, tenía que hacer una chamba a
las espesuras de las selvas morelianas. Solo me quedaba Isaac, un gringo ilegal.
Larga historia corta: su familia es mexicana, el nació allá y luego para acá,
de ilegal eso sí.
Era un viernes a las cuatro de la tarde por la
islas: deportes con balones de usos
diversos, una emulación de un duelo de
palos con esponjas en los costados, coreagrafías, parejas cariñosas y demás
actividades sanas, aparentemente. Al fondo en la escalera que guía hacía la biblioteca y rectoría se observaba un tumulto, personas
sentadas o de píe sobre las terrazas que daban a la escalera y a las faldas de
la escaleras rodeaban a otro grupo de personas, muchos de ellos con extravagantes vestimentas
y más raros gorros, sombreros y cascos: Darth Vader, caballos de goma, cajas de
cartón con ojos cuadrados, chicas con disfraz de superchica (y Wonder
Woman fuu, replicaba Isaac con su
acento cholo). La verdad es que todo lo veía multicolor, gorritos chillones de calamares-purpura y naranja respectivamente- globos,
condones que flotaban, puffs del
Pumas que corrían de mano en mano, una
pelota para brincar, estudiantes nerds haciendo sticking con cajas de cartón. La
verdad es que había más gente atestiguando que participando mientras que los
organizadores no podían controlar su evento, bajaban las
escaleras y se salían de las áreas designadas para el video, la famosa analogia de los pollos en el corral.
Los chiflidos emergían, la gente se desesperaba y cuando eso
pasó una chica se levantó en los hombros de un joven, su apreciable cuerpo hacía
que fuera atractiva a la vista, por lo que los asistentes comenzaron con el
clásico y popular grito ¡chichis pa’ la
banda!. La dama aludida no soportó
la presión social y decidió descender de los hombros de su colega antes que desnudar su pecho, en vista de
lo anterior se desquitaron con la Superchica (¡Superchichis!). Arribó Protección civil, TVUnam, dicen que canales
de televisión abiertas y seguridad UNAM. La gente se emocionó más.
Finalmente comenzaron a grabar, trenecitos de disfraces,
saltos, agua por todos lados extraídos de botellas de la cual deseábamos que fuera agua aunque no'mas sea de la llave. Al terminar la banda quería
seguir la fiesta, hubieron los que amenazaron con ir por unas chelas otros salieron corriendo a una
clase o a un examen. Y la verdad es que si se está en alguna facultad de la UNAM siempre va a salir a relucir el Goya grito de guerra triunfal de la casa de estudios mexicana. Cuando todos se
retiraban los organizadores avisaron que en una semana estaría el video subido en la red. Más por curiosidad que por oficio le pregunté a uno de los organizadores porque lo hacían, el estudiante me respondió que en vista de que en ya se está convirtiendo en un evento mundial los estudiantes de la UNAM querían tener su propio Harlem shake. Mejor me dirigí hacía el fondo de las islas y ver que acontecía con sus habitantes.
Un día después fui a casa de Angel (si, su nombre es sin acento), su acercamiento a la vida siempre me lo da desde el más fuerte buqué cafetalero los cuales siempre me han gustado como los prepara, en la cafetera que le regaló su novia, siempre en la estufa de su casa. Me preguntó mientras servía el café ¿Qué putas es el Harlem shake? La verdad no supe que responderle, creo que fue algo burdo como es eso, el harlem shake , desconcertado me replicó ¿es el nuevo Gangnam style? Le respondí que no, que era algo diferente, no por eso mejor o peor. Siendo honesto a la fecha no se en que se ha convertidpo o como es que surgió en una broma más que generó una mariposa en una alejada parte de nuestras latitudes por un movimiento de alas. Lo vimos, una de las compilaciones que recorren las redes sociales, cuando terminó le dio un sirvo a su taza de café y solo afirmó ¡Que mamada! Es un happening viral surrealista y el reflejo de una sociedad destruida por el internet. Guardó silencio unos segundos para luego reírnos un largo rato de la solemnidad de su afirmación.
Mi estimado Solís. Sé que sabrás disculpar el tiempo que he tardado en escribir mi comentario, no lo hice antes porque he estado ocupado con otras tediosas pero apremiantes actividades. Para aprovechar estos malditos días santos, decidí dedicar un tiempo a leer tu crónica, y otro tanto, a meditar sobre el curioso tema del que en ella te ocupas. Sobre lo primero, debo decir que me parece un texto agradable, entretenido; me gusta el modo como se mezcla el soliloquio con la descripción de los hechos y la narración de los elementos personales. Hablando con sinceridad, creo que tu estilo ha mejorado bastante, es más definido y refinado. Sobre lo segundo, acerca del tema de “Harlem shake”, en verdad he dedicado un tiempo a pensar cuál puede ser su sentido, o más bien, a pensar qué dice sobre nosotros, pues no es necesario que todas las cosas deban tener un sentido. Te cuento qué concluí: es una tremenda estupidez, no hay más. No es que yo sea un contrincante de la diversión, del ocio, de los juegos o de los eventos festivos, como bien saben los que me conocen, soy más bien uno de sus promotores, no obstante, el “Harlem shake” me deja hondamente desilusionado, es una cosa que alimenta profundamente mi sociopatía y me confirma que el mundo, a su largo y a su ancho, está lleno de estúpidos. No hace falta explicar los por qué de estas tajantes afirmaciones, los que opinan como yo no necesitan explicaciones, y los que no, pues… cómo le explicas a un estúpido que es estúpido. Le cuento rápidamente un evento del que me enteré: En la FES Actalán se está organizando una campaña contra el CGH, titulada como “Por una Fes Acatlán sin los chairos del CGH” (puede usted buscar la página en facebook con el mismo nombre), se les quiere sacar porque dicen que afean la escuela, que son una mafia, que distribuyen droga y son todos unos borrachales, además de tontos y dogmáticos. Habrá algunas cosas que son ciertas, pero la campaña ha tomado un tono sumamente violento, es muy bruto y carente de argumentos. Te preguntarás a qué viene este cuento, pues resulta que organizaron un harlem shake frente al viejito de los dulces, preparado previamente con imágenes de facebook alusivas al CGH, que decían: ¿Dónde compraste tu paleta? Con los terroristas!!! Se entiende bien que los terroristas son los del CGH. Me preocupa que estudiantes de universidad, pertenecientes a una población privilegiada y más o menos culta, dedique su tiempo a organizar y preparar un evento de esta envergadura, por cierto, hay que decirlo, para evidencias la estulticia de nuestras capas más menos cultas, que los participantes del Harlem shake de actlán son, en su mayoría, estudiantes de filosofía y uno que otro profesor de la misma carrera.
ResponderBorrarATT. Domador de caballos.
No los defiendo, tampoco enjuicio, suena objetivo, a pesar de que yo no lo sea y no lo soy. Nunca me ha gustado mucho la objetividad, en realidad. Eso busco, que alguien explique, bajo su razón, estos fenómenos. Yo lo cuento y ustedes me lo explican.
ResponderBorrar